¿Cuándo fue la última vez que desparasitaste a tu mascota?
Una pregunta que está siendo cada vez más habitual. Los propietarios no dan la importancia que se merece a la desparasitación. Una mascota parasitada es un riesgo tanto para el animal como para el resto de la familia. Es muy frecuente, a pesar de ser un tratamiento barato y relativamente cómodo de realizar, que a los propietarios de animales se les olvide o se retrasen en su administración.
En las mascotas se realizan dos tipos de desparasitaciones, cubriendo todas sus necesidades y son las siguientes:
- Desparasitación externa: actúa frente a parásitos que viven en la piel del animal, como pueden ser pulgas, garrapatas, ácaros.
- Desparasitación interna: este tipo de desparasitación actúa frente a gusanos o lombrices que habitan en el interior del animal. Entre los más comunes encontramos los intestinales, en los que centraremos este artículo, pero también podemos encontrar parásitos en otros órganos como corazón, en pulmón, ojos, etc.
Tipos de parásitos intestinales
Gusanos redondos (nematodos)
- Ascaridos: con frecuencia los cachorros son infectados en el propio útero materno o a través de la lactancia, por ello es recomendable desparasitar a los cachorros a una edad temprana, existiendo productos que pueden administrarse desde la segunda semana de vida. La sintomatología variará en función de la carga parasitaria, pudiendo producir diarrea, adelgazamiento, anemia, toses, flujo nasal e incluso la muerte. Su contagio a humanos provoca la enfermedad conocida como toxocariasis.
- Ancilostomas: poseen un aparato bucal con forma de gancho, que se fija a la mucosa intestinal para absorber sangre y nutrientes provocando anemia y adelgazamiento del animal. Se pueden transmitir por las madres o por contacto con huevos en suelo o arena contaminada. En humanos puede provocar una enfermedad denominada larva migrans cutánea.
- Tricúridos: llamados “gusanos látigo” por su forma. Estos parásitos, viven en la zona de unión del intestino delgado con el intestino grueso, donde se fijan y se alimentan de la sangre del animal. La sintomatología que suelen presentar los animales parasitados son diarreas sanguinolentas.
Gusanos planos (cestodos)
Este tipo de parásitos, puede alcanzar un gran tamaño en el intestino, pero la mayor parte de veces que son localizados en las heces no son largos, sino que son porciones del mismo, del tamaño de granos de arroz, los cuales provocan al animal picor anal. Los más habituales son:
- Dypilidium: se contagia por ingestión de pulgas o piojos, cuando el animal se acicala.
- Echinococcus: Se puede contraer por ingestión de vísceras, roedores… y es de vital importancia desparasitar a perros y gatos, porque pueden provocar una enfermedad en humanos conocida como hidatidosis o quiste hidatídico.
Síntomas de parásitos intestinales en perros y gatos
- Diarrea: a veces solo mucosa e intermitente, pero en ocasiones pueden convertirse en diarreas hemorrágicas
- Vómitos: en el caso que el animal se encuentre muy parasitado, se pueden llegar a producir vómitos con los correspondientes parásitos
- Picor en la zona del ano
- Adelgazamiento
- Debilidad
- Abdomen hinchado
- Anemia
- Menos frecuentes: tos, fatiga y problemas respiratorios
Fuentes de contagio de parásitos intestinales
- Contacto con heces de otros animales infectados
- Ingesta de arena contaminada con huevos de parásitos
- Ingesta de carne cruda o vísceras
- Caza de roedores
- Ingestión de pulgas parasitadas
- A través del útero o la leche materna
Cómo desparasitar perros y gatos
Como se ha indicado, actualmente se pueden desparasitar a los cachorros desde las dos semanas de vida. Posteriormente, y de por vida, se realizará una desparasitación trimestral.
La desparasitación externa se trata, generalmente, con pipetas, sprays o collares.
Para realizar la desparasitación interna de las mascotas los productos que se administran son pastillas, jarabes y también pipetas.
La desparasitación es, por tanto, un procedimiento fácil, cómodo y económico que mejora la salud de las mascotas y de las personas que conviven con ellas.
Clínica Veterinaria Campamento, Benimàmet (Valencia)